Si me pongo a contar a partir de esta década de este milenio seria el onceavo día de clases que empiece a mis 22 años luz de mi vida a partir del martes. Digo martes porque el lunes tengo clases prácticas y por lo general estas se dan después. Oficialmente comienzo el martes y esa es la razón por la cual se me ocurre hacer un pequeño escrito de estos días “especiales” (puajjjj).
Para empezar el dicho de que cada primer día de clases es distinto se cumple a cabalidad. Un nuevo peinado, nueva mochila, nueva arruguita en la frente, nuevo bigote, nueva ropa, nuevo trabajo, nuevo cansancio y estrés…porque si chambeas y estudias adoptaras estos trajines como pesares eternos que te acompañaran 4 ever and ever…a tu alrededor también sucederán cosas nuevas y es así…pero uno no se da cuenta y solo desea ir a clases conocer a la “misma” gente que siempre te acompaña en el cole o la facu, conocer a los nuevos y nuevas y “lamentablemente” conocer a el/la profe que podría llegar a ser tu pata a futuro o tu piedra en el zapato por todo el ciclo o año.
Otra novedad es que el lugar a donde vas siempre cambia…de pintura, de fachada, de techo o simplemente sigue igualito pese a los cambios, pese a que retiren los chicles debajo de las carpetas o a que les hayan borrado los grafitis de barristas y de romanticones (en un corazonsote con una flecha atravesada diciendo pepito y julita x 100pre cuando eso no determina que duren).
Lo que más te asombra es que alguien puede cambiar en algo o radicalmente. En quinto de media mi mejor amigo y el mas chancón de la promo se saco la careta de nerd y en el viaje de promo se metió una trancaza con ron puro…luego de darle vuelta a una botella entera se puso a balbucear y a hablar estupideces, pero lo mejor fue cuando llego el tutor de nuestro “lonsa” y lo increpo por haber bebido licor a su edad(como si nadie lo hiciera), y mi pata lo mando a la mierda y le dijo que él no era nadie para decirle eso y que era mas cuerpon…claro mi pata era gordo pero los ejercicios lo habían fortalecido un poco dado que jugaba básquet y mi profe era una hilacha(claro por el paso del tiempo). Pero me mate de risa y más cuando él tuvo que pedir perdón delante de todo el salón por su “comportamiento inadecuado”. La verdad ese día pude ver la pasta de actor dramático que tenia para fingir de esa manera pero fue un mate de risa y siempre me acuerdo de ello.
El primer día de clases en la facu en el 2009 tuvo muchas sorpresas…Ramón Muñoz que había prometido mudarse a Monterrico y comprarse un carrito nuevo no hizo ni uno ni otro, descubrimos que era un mentiroso de primera, yo también por un afán de ganarme interés invente un falso viaje a México pero el “Cabezón” me descubrió la mentira y me di cuenta que el defecto de mi viejo a veces me gana y me hace imaginar cosas. El Loro Torres se corto el pelo un poco y el gordo Tumay se mantenía en forma (de pelota).
Comprobado: cada primer día de clases es distinto y diferente… ¿que podrá venir esta vez?
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